miércoles, 23 de septiembre de 2009

Grito de película


Una serie de breves gritos de dolor realizados por un actor fueron grabados en 1951 para la película de la Warner Bros "Tambores Lejanos". Se utilizaron para una escena en la que un hombre es mordido y arrastrado bajo el agua por un cocodrilo. La grabación fue archivada en la librería de efectos especiales del estudio y ha sido utilizada en muchas de sus películas desde entonces.

El Diseñador de Sonido de "Star Wars" Ben Burtt descubrió la grabación del grito, al que llamó "Wilhelm" por un personaje que emitió el mismo grito en la película "La Carga de los Jinetes Indios". Ben ha adoptado el grito a modo de firma sonora personal, y lo ha incluido en muchas de las películas en las que ha trabajado.

Él, y un pequeño círculo de personal de efectos de sonido, entre ellos Richard Anderson y Steve Lee, continúan la cruzada para mantener el Wilhelm vivo. El Grito Wilhelm continúa escuchándose en nuevas películas cada año.

De las películas que contienen dicho grito, exceptuando la saga Star Wars, destacamos:

"Tambores Lejanos" (1951)
1) Tres indios son disparados, uno tras otro.
2) Un hombre es mordido y arrastrado bajo el agua por un cocodrilo.

"En Busca del Arca Perdida" (1981)
Un soldado nazi cae desde la parte trasera de un camión a la cristalera de un jeep en la persecución por el desierto.

"Poltergeist" (1982)
La pequeña Carol Ann mira a un soldado muerto en una película de guerra después de que su madre ha cambiado el canal.

"Indiana Jones y el Templo Maldito" (1984)
1) Mientras trata de conseguir el antídoto, Indy se estrella en la banda del club, y un músico grita.
2) Indy dispara al conductor del coche de Lao-Che.
3) Los cocodrilos se comen a Mola Ram.

"Willow" (1988)
Soldados estrellan su carruaje tras capturar a los héroes.

"Indiana Jones y la Última Cruzada" (1989)
Una granada nazi explota, arrojando a un soldado colina abajo.

"La Bella y la Bestia" (1991)
Alguien grita en una toma exterior del castillo durante la batalla (justo después de que Chip diga "¡Chicos, tenéis que probar esto!").

"Aladdin" (1992)
La gente huye de terror cuando el Genio (controlado por Jafar) eleva el palacio por los aires.

"Reservoir Dogs" (1992)

"Toy Story" (1995)
Buzz Lightyear sale disparado por la ventana del dormitorio.

"Titanic" (1997)
Mientras se está inundando la sala de máquinas del navío, un miembro de la tripulación grita cuando un chorro de agua le golpea.

"El Planeta de los Simios" (2001)

"The Majestic" (2001)
Alguien grita cuando parte del cartel de neón del cine explota.

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jueves, 17 de septiembre de 2009

Un genio equivocado


Hoy el tema tratará un poco de física, pero no os asustéis que no será nada muy complicado. Supongo que todos habréis oído en algún momento que no se puede viajar más rápido que la luz, una teoría postulada por Einstein. Esta teoría ha recibido una pequeña coletilla, "no se puede viajar más rápido que la luz si lo que viaja tiene masa".

La prestigiosa revista científica Nature ha publicado el estudio de varios científicos en el NEC Research Institute de Princeton, según el cual demuestran haber roto la barrera de la velocidad de la luz. ¿Estaba Einstein equivocado?

Para este experimento, los investigadores manipularon un vapor con átomos irradiados por láser, lo que causó un pulso que se propagó a una velocidad 300 veces superior a la de la luz. De hecho, la impresión que dio es que el pulso 'salió de la cámara antes siquiera de haber entrado en ella'.

La teoría de la relatividad de Einstein entra en conflicto con este experimento, ya que especifica que nada puede viajar más rápido que la velocidad de la luz, aunque uno de los investigadores del proyecto señala que su demostración no contradice la teoría de Einstein.

De hecho, sólo demuestra que esa 'leyenda urbana' que muchos sostienen sobre la teoría de la relatividad y la imposibilidad de superar la velocidad de la luz es falsa. Como señala esta investigadora llamada Lijun Wang, "nada con masa puede viajar más rápido que la velocidad de la luz", y los pulsos de ondas que produjeron no tienen masa.

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viernes, 11 de septiembre de 2009

Gallo Barcelos


Tiempo atrás, los habitantes de una villa llamada Barcelos (región de Baixo Minho) se sobresaltaron porque en su pueblo, normalmente tranquilo, había ocurrido un crimen oprobioso y aún más, porque pese a los esfuerzos de las autoridades, no habían podido localizar al perpetrador.

Un día apareció un forastero en el pueblo y los lugareños no tardaron en sospechar de él, como casi siempre se sospecha de los rostros que nos son desconocidos.
Las autoridades resolvieron aprehenderlo y muy a pesar de sus protestas de inocencia nadie quiso creerle. De poco valió que dijera una y mil veces que era un peregrino de Santiago y que se encaminaba a Compostela a cumplir con su cometido religioso. Pudo más la desconfianza en él y finalmente fue condenado a morir en la horca.

Como último deseo antes de ser ejecutado, solicitó ser llevado de nuevo ante el Juez que lo condenó. Se le concedió su solicitud y cuando fue llevado ante éste el funcionario se encontraba en un banquete, compartiendo con los amigos. El pobre condenado declaró una vez más su inocencia y pronunció las siguientes palabras mientras apuntaba con el dedo hacia un plato donde había un gallo asado listo para ser comido:

"Mi inocencia es tan cierta que os puedo asegurar que este gallo asado se pondrá de pie en su plato y cantará si soy colgado por el cuello sin ser culpable del crimen de que se me acusa."

Todos los presentes se rieron de él. Sin embargo, nadie se atrevió a tocar el platillo donde estaba el gallo asado, mucho menos a comerlo.

Así pues, lo que parecía imposible ocurrió. Cuando el peregrino fue colgado, en el momento mismo en que el verdugo lo hacía pender de la cuerda, allá en el palacio, el gallo asado se puso en pie, batió sus alas y empezó a cantar.

Ante este portento, nadie dudó un solo instante que se había sentenciado a muerte a un hombre inocente. El Juez se apresuró a detener la ejecución pero al llegar a la plaza el pobre forastero ya pendía de la cuerda. Horrorizado por lo que había hecho el Juez ordenó lo descolgaran y para sorpresa y alegría de todos los de Barcelos, luego de toser varias veces el presunto cadáver se puso de pie y recuperó el resuello. Un nudo o torcedura de la cuerda había impedido que ésta se cerrara totalmente sobre la garganta del sentenciado.

El peregrino de Santiago fue puesto en libertad y así pudo marchar a cumplir con su cometido. Algunos años más tarde el peregrino retornó a Barcelos y ordenó construir de su propio dinero un monumento en honor de Santiago y de la Santísima Virgen como testimonio de su agradecimiento.

El Gallo de Barcelos es el símbolo nacional de Portugal y significa: Serenidad, Fe, Confianza y Honor.

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lunes, 7 de septiembre de 2009

Pergamino


¿Por qué los pergaminos se llaman así? Supongo que sabrán que el pergamino es un material que se obtiene tratando la piel de algunos animales y que su función es poder escribir sobre él.

El pergamino debe su nombre a la ciudad de Pérgamo, donde existía una gran producción de este material. El pergamino es anterior a esta ciudad, pero cuando comenzó a ser común su uso y a comercializarse masivamente, Pérgamo era la capital del material. Antes del pergamino el papiro era el material de escritura más utilizado, pero su debilidad y menor calidad hicieron que fuera desplazado por el derivado de las pieles animales. Así, pergamino proviene de Pérgamo, y en la antigüedad, provenía también en sentido estricto.

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miércoles, 2 de septiembre de 2009

Síndrome Estocolmo


Desde 1973, esta forma de comportarse tiene un nombre: síndrome de Estocolmo. En esa oportunidad, un ladrón de bancos fue tomado "in fraganti" por las autoridades de la capital sueca, y se generó una situación de rehenes. El delincuente (Jan Erik Janne Olsson) logró que un compinche (Clark Olofsson) entrase en la escena pues de lo contrario mataría a quienes allí se encontraban. Este atrincheramiento se prolongó durante seis días. En ese lapso, una de las víctimas desarrolló una relación afectiva con el segundo de los ladrones, al punto que lo protegió cuando la policía lanzó gas lacrimógeno dentro de la agencia. Nadie salió herido.

La fundación País Libre, creada en Colombia para el estudio del secuestro (un delito endémico en ese territorio), define al síndrome de Estocolmo como “el conjunto de conductas por parte de las víctimas de secuestro en las cuales está presente un afecto manifiesto hacia los captores”.

De acuerdo con esta organización, se presenta una “identificación inconsciente por parte de la víctima con su agresor, ya sea asumiendo la responsabilidad del plagio, ya sea imitando moral o físicamente al agresor, o adoptando ciertos símbolos de poder que lo caracterizan”.

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De picos pardos...


Ir de picos pardos es una expresión equivalente a ir de parranda en busca de hombres o mujeres.

En el Renacimiento las mujeres llevaban una falda que era un lienzo de forma cuadrada, con una abertura en el centro. Esta abertura se ajustaba a la cintura y la falda resultante tenía cuatro picos. En el Quijote se habla de la condesa Trifaldi, y explica Cervantes que lleva una falda con tres picos en vez de cuatro.

El diccionario de la Real Academia de la Lengua, en su 3.ª edición de 1791, decía que «"Andarse, o irse, a picos pardos" es frase con que se da a entender que alguno, pudiendo aplicarse a cosas útiles y provechosas, se entrega a las inútiles e insustanciales, por no trabajar y por andarse a la briba».

Montoto, en Un paquete de cartas, escribe: «Los picos o los mantos con picos pardos fueron, según leí no recuerdo en cuál autor, distintivo de las mujeres de vida airada, mozas de partido, etc. En tiempos pasados, las tales tenían que vestir como se les ordenaba. Según las Ordenanzas de la Casa Pública de Sevilla, no habían de usar vestidos talares, ni sombrillas, ni guantes, sino una mantilla para los hombros, corta y encarnada».

Carlos III impuso a las prostitutas la obligación de distinguirse mediante sayas de color pardo cortadas por los bajos en picos, aunque también se dice que "Ir de picos pardos" tiene que ver con las costumbres ligeras de los estudiantes del Siglo de Oro y sus acompañantes. Ellas, para identificar su condición de prostitutas, llevaban un cintillo pardo en el borde de la falda.

Ya en el siglo XX, la frase se comenzó a usar por ambos sexos, como irse de parranda con personas del otro sexo.

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